EN EL TAPETE
Mirando al Sur
Para algunos, el crecimiento económico de los últimos años, mayor al de Chile, demuestra que nos acercamos al desarrollo económico del país vecino. ¿Es cierto?
Por: Marienella Ortiz
Desde el 2004 se dejaron de entrecruzar las líneas en los gráficos estadísticos que comparan el crecimiento del PBI del Perú y de Chile, gracias a que alcanzamos una tasa cúspide de 9,84% el año pasado. Incluso, con las complicaciones de hoy por la crisis internacional, la curva peruana se dibuja en paralelo y por encima de la chilena, con un crecimiento del PBI que fluctuaría alrededor del 2%, mientras que el país del sur tendría una tasa negativa.
Esto ha generado en algunos analistas, políticos y hasta empresarios un ánimo por considerar que estamos cerca del nivel de desarrollo económico chileno, más aun cuando el mismo mandatario Alan García desliza la hipótesis de un temor del país vecino frente a nuestro crecimiento acelerado, en medio de las denuncias ya conocidas de espionaje.
¿Pero, basta fijarnos en las cifras de crecimiento del PBI a la hora de plantear esa hipótesis? Algunos economistas consultados por Día_1 consideran que ese ejercicio comparativo es poco útil. Al respecto, el presidente del Capítulo Peruano del Consejo Empresarial Chileno-Peruano, Juan Francisco Raffo, tiene una explicación sincera: “Esto no tiene que ver con una buena o mala relación. Lo cierto es que uno no admira a Ecuador y menos a Bolivia (en su modelo económico). A Brasil lo tienes lejos (al menos, mientras no se terminen de construir las vías de acceso físico). Por eso, las comparaciones son una tentación”.
FRENTE Para tener un resultado más aterrizado en las comparaciones es necesario usar otros indicadores. Jorge Medina, managing partner de la consultora Ernst & Young, aclara los conceptos: crecimiento no es igual a desarrollo económico; que significa ser un país competitivo. Desde ese punto de vista, afirma, el Perú tiene varias tareas pendientes.
“De los 12 pilares que el Foro Económico Mundial utiliza para medir la competitividad, en calidad de infraestructura, Chile está en la posición 23, mientras que el Perú está en la 102, en un ránking de 133 países. Si consideramos la geografía compleja que tiene el Perú, es claro que hay que invertir mucho en carreteras, ferrocarriles y puertos. Por ejemplo, en puertos, Chile está en la posición 27, mientras que el Perú está en la 126. Hay que cerrar esta brecha agilizando los procesos de concesión”, comenta.
Sin embargo, en el ránking del “Doing Business 2010” del Banco Mundial, que solo toma en cuenta las facilidades para hacer negocios, el Perú está solo a siete puestos de Chile. El primero está en el puesto 56 y el segundo, en el 49.
Hugo Perea, gerente de Estudios Económicos del BBVA Banco Continental, resalta que si bien el Perú está creciendo a un mayor ritmo, aún no lo hace a niveles absolutos. Por ejemplo, la pobreza en Chile abarca el 14% de su población y nosotros, el 36%. El PBI per cápita de Chile es el doble que el peruano.
Igualmente, el economista Carlos Parodi, catedrático de la Universidad del Pacífico e investigador del CIES, considera que Chile hizo mejor la tarea en salud, vivienda, educación e infraestructura. “¿Acaso la economía no tiene como objetivo mejorar el bienestar de la población?”, se pregunta.
Más aun, considera que si Chile comenzó resolviendo estos temas fue, justamente, para dar un impulso a su crecimiento, cuando aquí se cree que es mejor actuar de manera inversa. Es decir, a nivel de capital humano, Chile nos lleva varias cabezas de ventaja, reflexiona Parodi.
También la institucionalidad chilena es mucho más sólida. “Si en las próximas elecciones generales ganara la derecha con Sebastián Piñera a la cabeza, el rumbo del país no cambiaría sustancialmente, pues Chile ha alcanzado un grado de avance en sus instituciones que le permite continuar el desarrollo del país sin mayor sobresalto, a diferencia de lo que puede ocurrir en el Perú”, apunta Medina.
En resumen, Perea considera que en muchos aspectos existe una brecha importante entre el desarrollo económico peruano y el chileno.
NUESTRO Sin embargo, todos coinciden en que sí podríamos alcanzar a la economía chilena en un futuro no tan lejano. Si se evalúan las oportunidades de inversión en el Perú y en Chile, Medina no duda en señalar que el Perú tiene hoy un mayor atractivo. Señala que Chile ya hizo las inversiones más grandes, como las que atañen a la infraestructura.
Además, señala que “el Perú es más diversificado, tiene un mercado interno mayor. Su geografía, clima y recursos naturales le dan muchas ventajas; sin embargo, nuevamente, todo depende de los factores que estimulan las inversiones y la capacidad de desarrollo económico. Y eso tiene mucho que ver con la competitividad”.
Perea resalta como un punto a favor el ser una economía diversificada. “Por ejemplo, en minería Chile tiene una fuerte concentración en cobre, mientras nosotros somos polimetálicos (no solo cobre, estamos en zinc, oro y otros)”, comenta.
Por lo tanto, Raffo considera que, dependiendo de la constancia y la superación de algunas de nuestras debilidades, el Perú alcanzará un peso similar al chileno en dos décadas.
Perea prefiere no hacer un ejercicio comparativo similar; sin embargo, refiere que si tuviéramos una tasa de crecimiento de 6% durante los próximos 15 años, podríamos duplicar nuestro actual PBI per cápita. “Sí se puede. Hubo economías del Asia que comenzaron más abajo (que el Perú) en la década de los sesenta”, refiere. También recalca que el desarrollo económico no se logra de la noche a la mañana, es cuestión de constancia.
En resumen, Parodi considera que no habrá un crecimiento futuro sostenible si no se hacen las reformas sociales pendientes. Recuerda que durante su paso por Santiago para hacer una maestría en los noventa no pudo dejar de sorprenderse cuando los universitarios no sabían si la institución educativa en la que estudiaban era pública o privada. “Era irrelevante, había buenas o malas universidades”, dijo.
Si no trabajamos en contar con un mejor capital humano para apuntalar el desarrollo económico, tal como se observa en Chile, no será posible el futuro, advierte.